Vivimos sumergidos dentro de un universo urbano atiborrado de personas que coexisten unas al lado de otras, juntas, compartiendo un mismo espacio público: vagones del metro, grandes superficies comerciales, bares y cafeterías; así como calles, aceras y sus parques aledaños.
Vivimos tan cerca unos de otros, y a la vez vivimos más que distanciados. Siempre estamos concentrados, observando las pantallas de nuestros teléfonos móviles, unas pantallas que absorben cada día toda nuestra atención. Estamos ahí, físicamente, pero nuestras almas vagan por internet recorriendo cada nodo de la red buscando una nueva experiencia online que nos haga más felices: Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y cuando no, nos empeñamos en capturar todos los recuerdos que podamos a través de las cámaras fotográficas de nuestros diminutos teléfonos móviles.
Estamos tan cera y a la vez tan lejos, que nuestros mundos empiezan y acaban con la apertura y cierre de algunas aplicaciones digitales.


You may also like

Back to Top